Ya se trate de formatos, transparencia o avances en el comercio electrónico, las evoluciones serán rápidas y provocarán cambios profundos y superficiales en el embalaje. Dirijamos la mirada al futuro con los especialistas de BOBST. Los especialistas en embalaje de BOBST apuntan que los consumidores prestarán cada vez más atención al origen de los productos y la trazabilidad.

Sandro Gubinelli es Head of Technical Marketing (responsable de marketing técnico) en el grupo Bobst. Con sede en Mex (Vaud), BOBST es el proveedor líder en el mundo de equipos y servicios para fabricantes de embalaje en los sectores de caja plegable, cartón ondulado y materiales flexibles. Recordemos que Joseph Bobst creó la empresa en 1890 en Lausana y que la misma está presente en más de 50 países, cuenta con 11 centros de producción en ocho países y emplea a más de 5000 personas en todo el mundo. La empresa registró un volumen de negocio consolidado de 1354 millones de CHF en el último ejercicio.

Uno de los aspectos fundamentales es el volumen mundial de todos los embalajes (papel, cartón, plástico, etc.), que aumentó en 2012 hasta los 800 000 millones de dólares y habrá superado el billón de dólares en 2018. Sandro Gubinelli señaló para la publicación Journal des arts et métiers (o jam) cinco macrotendencias en el mundo del embalaje:

Formatos

La tendencia consiste en disminuir los tamaños de los embalajes (tipo monodosis), lo que está relacionado con factores sociodemográficos (aumento del número de solteros, familias monoparentales y personas mayores) y con el tiempo dedicado a las comidas, cada vez menor. Los productos finales se adquieren en cantidades cada vez más pequeñas en todos los sectores (alimentario, incluidos los productos frescos, farmacéutico, cosmético y otros) y los volúmenes, la frecuencia de transporte y la manipulación aumentan a ritmo constante.

Transparencia

Los consumidores exigen cada vez más información sobre los productos que consumen, por motivos tanto de salud como éticos. A partir de ahora, las marcas deben encontrar el equilibrio adecuado entre los datos que se exigen y el atractivo de los envases, para que estos puedan llevar a la compra. Y es que el 67 % de las decisiones de compra se basan en un aspecto emocional.

Comercio electrónico/móvil

En este campo, las motivaciones principales que desencadenan la compra son el precio, la comodidad, el ahorro de tiempo y la entrega a domicilio; el embalaje solo cumple su función “protectora”. Sin embargo, las tecnologías como los códigos de barras, la RFID (identificación por radiofrecuencia) o los códigos QR garantizan la trazabilidad de los productos y permiten detectar las imitaciones para defender los intereses de las marcas Y de los consumidores.

"Embalaje digital"

Este sector incluye no solo los embalajes personalizados, la trazabilidad de los productos, (véase más arriba) y el acceso a información relacionada con los consumidores, sino también la realidad aumentada y la geolocalización. A partir de ahora, las nuevas tecnologías posibilitan que el embalaje se convierta en un objeto “conectado” al día a día de los consumidores, así como que la compra se transforme en una experiencia que continúa hasta cada hogar. Evidentemente, las cadenas de abastecimiento y de distribución resultan considerablemente afectadas por estos avances tecnológicos.

Desarrollo sostenible

Los consumidores prestan cada vez más atención al origen de los productos, así como a los aspectos medioambientales, lo que obliga a los profesionales a reducir el peso de los embalajes, elegir materiales reciclables o compostables, eliminar ciertos embalajes secundarios que afectan de forma evidente al transporte, a los centros de producción, etc.

Sandro Gubinelli también identificó tendencias en la evolución de las profesiones y el emprendimiento en relación con el embalaje:

Colaboradores

Mayor adaptabilidad de los empleados que actúan de conexión entre dos mundos tecnológicos, el digital y el tradicional.

Empresas

Tareas de sensibilización respecto a asuntos medioambientales, trazabilidad y cumplimiento de las regulaciones, así como la oferta de herramientas (formaciones, entre otras) adecuadas. Para ello, también es necesario tomar conciencia de que los consumidores, aparte de obtener el producto, desean saber cómo se fabricó, de dónde proviene y por dónde se ha desplazado.

Puestos directivos

Escuchar la voz del mercado y los consumidores, y utilizar estas mismas herramientas tecnológicas para identificar los cambios que no deben ignorarse. Así es, lo esencial hoy en día es no “quedarse atrás” en tendencias rodeándose de colaboradores con perfiles adecuados. La innovación no es un departamento, sino un estado mental.