¿Se imaginan tener que pagar un impuesto por imprimir publicidad? Pues esto es precisamente lo que están debatiendo los partidos políticos en Dinamarca y contra lo que está luchando la asociación de impresores del país. Y es que el punto de partida de este impuesto se basa en la creencia errónea de que la impresión es mala para el medio ambiente. Parece mentira que en un país tan adelantado ideológica y tecnológicamente en la mayoría de los campos aún se crea esta leyenda.

Las empresas papeleras cuentan con todas las certificaciones de producción sostenibles, al igual que los proveedores de equipos que han ido reduciendo las emisiones volátiles  para que los equipos puedan ser instalados en entornos saludables. Además los impresores pagan ya sus impuestos por el reciclaje de residuos en sus plantas de impresión, así que un impuesto más no tiene sentido.

Y más cuando este impuesto supondría encarecer hasta un 50% más el precio del producto y daría lugar a la pérdida de 600 puestos de trabajo en la cadena de impresión y suministro. Esperemos que estos políticos se informen bien y no cometan un error del que más tarde puedan arrepentirse y que pueda sentar precedente. De hecho, llevan debatiendo desde el 2012 y aún no se han puesto de acuerdo.

Acabamos esta editorial dando la bienvenida a Sergio Paradís que desde ahora se encargará de gestionar el apartado comercial de Ediciones Industria Gráfica bajo el cargo de Imaging & Advertising Specialist. Si queréis contactar con él podéis hacerlo a través de este correo: sparadis@edicionesindustriagrafica.com.