Después de muchos meses de negociación y reuniones con la Administración y a pesar de haberse conseguido una pequeña prórroga, la industria española contará con una gran carga administrativa y mayores costes que el resto de empresas europeas asegura Asefapi.

A partir del 1 de enero del 2016 han entrado en vigor las obligaciones para ciertos productos al consumidor y profesionales con etiquetado CLP. Los productos industriales tendrán esta obligación en junio de 2017. ASEFAPI ha insistido en todas las instancias posibles para hacer ver el perjuicio que para la industria supone adelantarnos a lo que desde la Comisión Europea se está preparando respecto al contenido y formato de las Fichas Toxicológicas.

La adaptación al modelo de la UE, que estará en breve finalizado, supondrá un nuevo trabajo para las empresas. Varios Estados Miembro se oponen a estas nuevas trabas a la industria y parece aceptado al menos en el grupo de trabajo de la UE un procedimiento armonizado con periodos transitorios hasta 2019 y 2020. Poco ha importado al Mº de Justicia que las empresas españolas se vean sujetas a unos gastos que implican a todos los departamentos y que no tendrán que afrontar otras empresas de Europa.

Gran parte de la información a facilitar hay que solicitarla a los proveedores. Sin embargo, de acuerdo a la legislación vigente, los proveedores pueden realizar la notificación de sus productos peligrosos hasta junio de 2017, lo que imposibilita a los formuladores de productos destinados al consumidor y profesional contar con la información necesaria. Además, las materias primas no peligrosas no tienen obligación de notificación, pero las mezclas peligrosas que las contengan sí. Empresas suministradoras, especialmente extranjeras, se niegan a facilitar información de composición de sus fórmulas.

La plataforma se ha mostrado muy inestable con varias caídas del sistema. En la Asociación se han registrado gran cantidad de incidencias que posiblemente se agraven con una subida masiva de fichas en enero. A pesar de todo, ASEFAPI colabora estrechamente con el Instituto dentro de la medida de nuestras posibilidades. Nuestra Asociación se ha ofrecido incluso como CAU (Centro de Asistencia a Usuarios) ante la imposibilidad material de atender las consultas por parte de la Administración.

Desde ASEFAPI lamentan que no existan mecanismos efectivos para garantizar la competitividad de las industrias nacionales como sí parecen existir en otros países europeos. Los asociados seguirán recibiendo orientaciones prácticas sobre esta nueva carga administrativa.