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La asignatura pendiente del control de costes

  • Publicado el 14 de Agosto de 2017
  • Francisco Pérez

Sin duda los costes son una base importante de análisis de cualquier negocio, y que siempre han sido determinantes para quienes han gestionado su empresa de forma seria. ¿Porqué ahora cobran tanta relevancia y se habla tanto de ellos?

En el informe de la prestigiosa consultora Global Trends sobre la situación mundial del sector gráfico, se manifiesta que estamos inmersos en una tendencia de crecimiento de ingresos pero a su vez de bajada de beneficios, provocado principalmente por el aumento del coste de las materias primas y el estancamiento cuando no reducción de los precios de venta.

Cuando hace unos años los talleres disfrutaban de grandes volúmenes de producción no hacían mucho caso al margen bruto de los trabajos, ya que al final del ejercicio habían pagado las fuertes inversiones en maquinaria, los salarios de los trabajadores y las facturas de proveedores, además la contabilidad indicaba que había beneficios suficientes, así que porque preocuparse de los costes si los precios de venta al fin y al cabo los ponía el mercado y a nosotros nos iba bien.

Hoy sin embargo los precios de venta o se han estancado o en algunos casos han bajado, las materias primas suben y también los costes imputables a la producción, le añadimos el menor volumen de las tiradas, y es por eso por lo que los márgenes ahora son menores.

Por donde empezar para controlar los costes: En primer lugar, es imprescindible adquirir conocimiento del propio negocio, elaborar un análisis que nos muestre con realismo toda la organización de la empresa, su impacto en la producción y la productividad de cada departamento, márgenes obtenidos y objetivos evaluables.

En segundo lugar, debemos implantar un sistema de gestión que nos permita analizar el coste de cada trabajo y nos permita establecer un precio de venta efectivo, que sea suficiente para cubrir los costes de producción, los costes de estructura y contemple un beneficio, sin salir de la horquilla de precio asumible por el mercado.

En tercer lugar, determinar indicadores que nos permitan evaluar periódicamente la productividad y desarrollar medidas de mejora. Por último, buscar nuevos modelos de negocio y desarrollar aquel que más se adapte a nuestros objetivos y posibilidades.

En conclusión, la caída de los beneficios hay que combatirla con un claro control de los costes, lo cual no significa que se deba dejar de invertir en mejora de procesos productivos, innovación y gestión, más bien al contrario, pues la mejora del negocio supone siempre ampliar la propuesta de valor.

Palmart

Francisco Pérez

Director de Palmart Software

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