A pesar de la crisis la impresión sigue al alza, o al menos eso es lo que afirma un estudio realizado por Smithers Pira en diciembre del pasado año que prevé un crecimiento anual del 2% para el sector de la impresión hasta el año 2018. El truco de este éxito radicará en ofrecer una impresión con valor añadido, así que no es de extrañar que haya muchas empresas e instituciones que estén dedicando esfuerzos a investigar cómo revalorizar una simple impresión.

Sin in más lejos en nuestro país Aido investiga cómo desarrollar una batería plana, ligera, fiable, de alta capacidad y fácil de fabricar mediante tecnologías de impresión como la serigrafía, libre de metales pesados y, por tanto, de menor impacto ambiental que las baterías basadas en mercurio. El uso que se le quiere dar a estas baterías es integrarla en otros productos impresos como envases, etiquetas, dispositivos electrónicos, etc.

Algunas empresas como Durst ya han visto el potencial de este mercado y han desarrollado un área específica que se especializa en la fabricación y venta internacional de las líneas de producción para impresión inteligente de superficies. Su objetivo es posicionar la impresión digital inkjet en sectores como la industria del mueble y áreas de las industrias de materiales de construcción y de vidrios.

Para todos aquellos que quieran anticiparse al futuro y ver por dónde evolucionará el mercado la visita al espacio Future Innovations en Ipex será obligada ya que allí se presentarán las últimas novedades en áreas en desarrollo como la impresión en 3D, la electrónica imprimible, la impresión digital en embalajes y las aplicaciones fotográficas.